Se enredó tanto que quedó atrapada entre ellos

Una tarde como otra, me senté en el banco del parque a ver como pasa el tiempo ante mis ojos.
Mientras tanto, ví a una chiquilla sentada en unos bancos que había mas allá.
En sus manos sostenía un libro y parecía estar atrapada entre esos renglones. Hice lo primero que se me pasó por la cabeza, acercarme y sentarme al lado suya.
Aquella chica no reaccionaba. Hice varios intentos sin éxito para entablar una conversación, pero lo hice.
- Oye, ¿como te llamas? -le pregunté algo vergonzoso.
Ella seguía y seguía enredándose entre los renglones en silencio.
- ¿Qué libro lees? -hice otro intento pero sin respuesta para poder romper aquel silencio que me mataba-
Cuando ya habían pasado unos minutos más y ví que no encontré respuesta me largué a dar una vuelta al muelle del pueblo. Nunca me había fijado que había sitios tan bonitos en un pueblo como este.
Me marché a casa cuando ya me dí cuenta de que había anochecido, volveré mañana a observar a esa chica un tanto rara dije.
A la tarde siguiente volví como una tarde más. Todo estaba como siempre, pero aquella chica no estaba allí sentada. Me senté en el banco donde se suponía que debería estar aquella chica. Miré alrededor de mí y no encontré nadie que pasara por allí. Sin embargo, en el banco donde yo debería de estar sentado encontré un libro y una nota:

Escrito por mí. Sé que la historia no tiene sentido pero necesitaba actualizar :)